El exactivista de extrema izquierda se excusó por el dolor provocado a las familias de las víctimas.
por Kelly Velasquez
ROMA, Italia.- El exactivista de extrema izquierda Cesare Battisti, fugitivo durante 40 años, admitió ante un juez italiano su responsabilidad en cuatro asesinatos en los años setenta y se arrepintió de haber creído en la lucha armada, informó la fiscalia este lunes.
Se trata de la primera vez que Battisti, quien fue extraditado en enero a Italia donde purga una pena a cadena perpetua, admite ser el responsable de los crímenes por los que fue condenado en rebeldía.
Battisti reconoció responsabilidad por “4 homicidios, 3 heridos graves y una cantidad de robos para autofinanciarse”, dijo el fiscal antiterrorismo Alberto Nobili en conferencia de prensa en Milán este lunes.
“Yo hablo de lo que soy responsable y no voy a hablar de nadie”, agregó el exactivista, según refirió el fiscal.
Por su parte el procurador jefe de Milán, Francesco Greco, precisó en la misma conferencia de prensa que Battisti admitió los cuatro homicidios por los que fue condenado, “dos de los cuales fue el ejecutor”, dijo.
“Con esa admisión aclara tantas polémicas, rinde honor a las fuerzas del orden y a la magistratura de Milán y reconoce que actuó que en esos años de manera brutal”, añadió Greco.
Durante el interrogatorio, celebrado el sábado y que duró 9 horas, Battisti se excusó por el dolor provocado a las familias de las víctimas.
“No se trata de una confesión. Quiso aclarar como fueron esos años, ese periodo histórico”, explicó Greco.
“Dejó de demoler el sistema judicial de Italia y decidió ser claro”, comentó Nobili al referirse a la larga historia de verdaderas y mentiras de Battisti, considerado un “terrorista despiadado” en Italia y en Francia y Brasil un perseguido político.
Se arrepiente de la lucha armada
“Todo lo que está escrito en las sentencias es verdad”, dijo Battisti a su abogado, Davide Steccanella, que se arrepintió también de haber creído en la lucha armada.
“La lucha armada impidió el desarrollo de la revolución social, política y cultural desatada por el movimiento de 1968, lo que habría sido absolutamente positivo y habría llevado al país a un progreso cultural social y político”, sostuvo Battisti ante los jueces.
En Italia, la detención de Battisti fue aplaudida desde la derecha hasta la izquierda del arco político, en particular porque el exjefe de los Proletarios Armados por el Comunismo (PAC) clamó siempre su inocencia y nunca expresó arrepentimiento.
Battisti, de 64 años, fue condenado una primera vez en Italia a principios de la década de 1980 a 13 años de prisión por pertenecer a las PAC durante los “años de plomo”. Se escapó en 1981.
Fue juzgado en ausencia en 1993 y condenado a perpetuidad por cuatro homicidios y complicidad en otros asesinatos a finales de los años 1970.
Vivió 15 años exiliado en Francia amparado en la llamada doctrina Mitterrand de no extraditar a los activistas italianos de extrema izquierda, establecida por el presidente Francois Mitterrand en 1985.
En Francia, Battisti se convirtió en un exitoso autor de novelas policiales.
En 2004 se vio obligado a partir de Francia y se refugió clandestinamente en Brasil, antes de ser detenido en Rio de Janeiro en 2007.
En 2010, Lula da Silva negó su extradición a Italia y le otorgó el estatuto de refugiado político.
Battisti se casó con una brasileña, con quien tuvo un hijo en 2013.
El 13 de diciembre pasado un juez de la Corte Suprema brasileña ordenó su arresto “para ser extraditado”, lo que fue realizado desde Bolivia, donde la policía boliviana e italiana prepararon su regreso a una cárcel en la isla italiana de Cerdeña.
AFP-NA